miércoles, 3 de octubre de 2012

El moralismo del Vegetariano

    Para romper el hielo con otros temas, en muchos días me he dedicado a investigar, leer e inclusive intercambiar ideas con panas referente a lo que es ser vegetariano, el cómo lo ven, indagar las diferentes perspectivas y por supuesto decidirme por una vez por todas ser vegetariana como un paso personal a lo que deseo cambiar. Siempre me he dicho a mí misma: "Si quieres cambiar al mundo, comieza por tí".
     En esas conversas entre birras, aveces parece tedioso cuando te hablan de "respetar la vida animal" y blah blah como consigna Greenpeace, pero ¿hasta qué punto lo hacemos? ¿qué hacemos al respecto?, hablo claramente de la cotidianidad. 

       Pues sabemos que nadie está libre de culpa, respetamos la vida animal hasta cierto punto, pero también primero que nada para reflexionar ¿Acaso respetamos la nuestra propia? Muchos utilizamos drogas (ilegales, legales, medicadas, el alcohol entre otros), químicos, mala alimentación que transgreden nuestro cuerpo y  de alguna u otra forma nos hace daño. Somos conscientes de ello.
      A las mujeres por lo general (por ejemplo) nos encanta un maquillaje, carteras, zapatos, ropa y tintes para el cabello (independientemente de qué tan seguido lo usemos) se sabe a ciencia cierta de empresas que experimentan con animales y utilizan a los animales para fabricar en este caso carteras, zapatos y telas. Soy culpable, quizás la idea sería ser más naturales ¿no?


El hecho es que del 100% lamentablemente no ha ser posible, pues ni que fuésemos radicales y estuviéramos de ermitaños sustentándonos nosotros mismos. Vivimos en la ciudad donde aveces es imposible no lucrarse o beneficiarse por algo que le hayan hecho experimentos a animales o sea de origen animal. Por supuesto, el veganismo (que es lo extremo del vegetarianismo) es arrancarle por completo la fuente de proteínas al organismo. Todo está en un balance armonioso con los alimentos y tomar en cuenta sus beneficios, lo que te aporta y si de verdad te sientes a gusto haciéndolo.

 El ser vegetariano es una protesta pacífica al maltrato animal en el mundo, y serlo implica una justificación interno-ideológico, espiritual y personal. Pero en nuestro día a día hay que estar pendiente de ciertos detalles, como ya los mencionados anteriormente.
 Que ser vegetariano no sea tomado como moda, mucho menos para "aparentar se muy altruista", sino como un compromiso personal, que por tus acciones y ejemplo las personas que te rodean tomen en cuenta el cambio que haces para tí. Al mismo tiempo respetando la libertad de la persona al no ser vegetariano y que no le parezca la idea.



   
El hecho es que no hace mucho me comí el libro de Mahatma Gandhi "La base moral del Vegetarianismo" y me dio una idea, no sólo de una conciencia, sino de algo más espiritual. Respetar la vida animal como respeto a la vida humana, un compromiso Humanista/Naturalista, ver la comida no sólo cómo un placer al paladar sino alimentar tu cuerpo sanamente con un sentimiento vivo y energizante. "Eres lo que comes" citando a Gandhi, referente a esto, uno se sienta a pensar mucho al respecto.  La inspiración a poder controlar mediante la alimentación con conciencia lo que entra en tu cuerpo y valorando la vida como derecho inviolable de cada ser que habita en la tierra. Y por supuesto, integrar esta filosofía de vida con la actividad física es excelente para comenzar un cambio positivo a tu vida, valorar la vida animal porque te valoras a ti mismo como ser.  Ahí está la Moral del Vegetariano.



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